domingo, 31 de enero de 2010

Emotional Rescue, por The Rolling Stones



Hace poco, viendo vídeos musicales en la tele, salió a colación una de esas listas de «lo mejor de». En esta ocasión se referían a los mejores guitarristas y apareció The Edge. Ante mi bufido de cabreo, mi pareja me comentó que puede que el guitarrista de U2 no sea un virtuoso, pero de lo que no hay duda es que ha acuñado un sonido propio y reconocible. No pude, claro, sino darle la razón.

Pero si hay un grupo que a lo largo de la historia, se ha hecho con un sonido propio, ese grupo son sin duda los Rolling Stones, Sus Satánicas Majestades, los gamberros de Londres que pusieron a sus pies a la juventud de medio mundo durante la mágica década de los sesenta. Pueden grabar lo que quieran y disfrazarlo de psicodelia, de dance, de reggae o de funk. Pueden jugar al despiste y explorar nuevos territorios, pero por mucho que lo intenten, una canción de los Rolling siempre suena a los Rolling.

jueves, 28 de enero de 2010

Mil Rencores



«¡Antes morir que arrodillarnos! ¡Antes morir que entregarnos! ¿Quieren acabar con nosotros? Pues a defenderlo con toda clase de armas. ¡Ya no hay paz! ¡No más palabras! ¡Que hablen los rencores!»
Juan García Oliver, ante el asesinato de Salvador Seguí, 1923.
Hablaba hoy Edu Chinaski sobre los discos que han sido el resultado de una tormentosa ruptura sentimental, apolrtando una (pequeña) lista de clásicos henchidos de sufrimiento y autocompasión. Lo mismo cantan Arizona Baby en la canción oculta de Second to None: «I traded our love for a book full of songs» («Cambié nuestro amor por un libro lleno de canciones»). No puedo estar más de acuerdo en que los sentimientos más fuertes e intensos, sean cuales fueren, son los motores de la creación artística.

Amor y odio. Como cantaban Negu Gorriak en «Radio Rahim», son las dos caras de la misma moneda. Y el rencor, el hijo de ambas, bien puede resultar un inspirador acicate para la composición. Muchas grandes obras son hijas del odio. Gure jarrera, de Negu Gorriak; Iluntasunari barre, de Kuraia; Anti-todo, de Eskorbuto; los primeros singles de Minor Threat...

No quiero pecar de presuntuoso y comparar semejante colección de obras maestras con la demo que acaba de poner en circulación Mil Rencores. Ni intento compararla con los discazos de los que, acertadamente, hablaba el amigo Chinaski en su blog. Tampoco intentaré decir que Mil Rencores son como los Nu-Niles o Lucky Dados, ni creo que, de momento, lo pretendan. Sólo pongo sobre la mesa que la demo de Mil Rencores es hija el rencor y el odio. Y, además, me ha gustado.

martes, 26 de enero de 2010

Imanol, Mea kulparik ez, la canción vasca y la corrección política



No es ningún secreto mi debilidad por la música que se hace en Euskadi y Navarra. Ya sea en euskera, castellano o inglés, no creo que haya motivos para rechazar una música hecha en un idioma que no entiendes. Me refiero al euskera, claro. Siempre me ha resultado curioso que la gente me pregunte extrañada el porqué escucho música en euskera pero no me lo pregunten si esta es en árabe, francés, alemán o islandés.

Pues sí, no creo que un idioma sea un impedimento a la hora de escuchar música. Además, me gusta la sonoridad del euskera. A la gente le suele parecer un idioma muy seco, duro y agresivo, pero a mí me parece una lenga con una musicalidad sorprendente. Como el árabe, que hablado fluidamente es una lengua muy melódica e hipnotizante.

Como decía arriba, me interesa mucho la música hecha en Euskadi, sea el estilo que sea. Dentro de la canción de autor (o folk, si queremos llamarlo así) no es Imanol uno de mis platos preferidos. Me parece que tiene una voz muy bonita y que la emplea bastante bien, pero su música me parece aburrida, incluso un tanto pretenciosa e intelectualizada. Prefiero otros cantautores como Anari, Jabier Muguruza, Ruper Ordorika y, por supuesto, Mikel Laboa, auténtico gigante y patriarca indiscutible de la canción vasca.

domingo, 24 de enero de 2010

Eli "Paperboy" Reed: Roll with You



Por si no os la había dicho nunca: Roll with You de Eli “Paperboy” Reed es un discazo. De principio a fin. Es uno de esos álbumes sin mácula, donde cada canción tiene el potencial de ser un single. Un disco rabioso, lleno de una contagiosa energía y en el que Eli se entrega en cada interpretación, dejándose la piel, el corazón y la garganta. Fue uno de mis discos favoritos de todo 2008. Sin duda.

Pero no ha sido hasta este diciembre que por fin lo he tenido original. Las ediciones en vinilo siempre las he encontrado a precios abusivos (en torno a 30 euros) y la edición en CD me parecía cara para lo que ofrecía: ni libreto ni información interesante. Así que, simplemente, esperaba. Y el año pasado cayó como regalo de cumpleaños.

Desde que Roll with You apareció en mi vida lo he estado escuchando intermitentemente desde entonces, tras un verano, allá por 2008, de escucha compulsiva. Y teniendo en cuenta las muchas novedades que escucho a lo largo del mes, creedme, eso es todo un logro. Solamente los discos que, como éste, calan hondo permanecen en mente y siguen deslumbrándome audición tras audición.

jueves, 7 de enero de 2010

From Elvis in Memphis: cuando Elvis volvió a reinar



El pasado sábado 19, camino de la gran comida familiar de Navidad, pasé por un quiosco por el que me cruzo muchas veces a lo largo de la semana. A diferencia del resto de los días, algo hizo que me parase en seco. Mi vista estaba fijada en una de esas colecciones con las que nos bombardean pasado el verano y en año nuevo. La gran tipografía en la que se leía «Elvis» fue la culpable. Me acerqué y lo examiné. Un CD-libro que contenía From Elvis in Memphis.

Ese era un disco que había tenido muchas en mis manos y nunca había comprado. Así que, lo que parecía una cuidada edición y el precio (oferta de lanzamiento: 4,95 euros) me hicieron decidirme.

Un dato curioso es que entre 1956 y 1969, Elvis había publicado nada menos que 29 discos (según aparece en Allmusic), la mayor parte de ellos bastante prescindibles. Pero este álbum en concreto supuso la vuelta de Elvis por la puerta grande, su reconciliación con la crítica y los fans que le habían abandonado cuando arrojó su carrera por la borda al entregarse a las mafias de Hollywood.

A finales de la década de los 60, Elvis estaba más que olvidado por la gente joven. La contracultura dominaba la época y Elvis era visto como un personaje sin ninguna credibilidad. Él era el espejo sobre el que se reflejaba la sociedad conservadora de la época, aquella sociedad contra la que la contracultura arrojó encendidas acusaciones cimentadas en un discurso revolucionario, a la vez que centenares de adoquines volaron de sus manos en el afán por encontrar la playa bajo el asfalto de la ciudad.

miércoles, 6 de enero de 2010

Las fiestas, los retrasos y las nuevas adquisiciones

Hace ya más de un mes que publiqué la última entrada. Algunos me han preguntado si es que no me he comprado más discos en todo el mes, pero simple y llanamente se trata de una mezcla de pereza, escasez de ideas y otros menesteres que me han tenido ocupado.

Así que perdón a toda la gente que me sigue por esta tardanza injustificable.

Y es que no han sido pocas las novedades del mes, aunque básicamente se han agolpado todas en un par de semanas. Algunas las he comprado (From Elvis in Memphis, del Rey; el split de Los Coronas y The Hi-Risers), otras han sido regalos (el maravilloso Roll with You de Eli "Paperboy" Reed; de Bizardunak, Euskal Herriko oreoak y su primer disco homónimo y el split de Potato y Tijuana in Blue) y las dos últimas, resultado del azar (Mea kulparik ez de Imanol; Recent Songs, de Leonard Cohen).

En el mundo de Mordor es ya tradición realizar una fiesta en la que nos intercambiamos música. Cada uno graba un CD y luego se sortean. Pero además, desde hace un par de años ha aparecido una nueva tradición: el sorteo de vinilos antiguos. Hay quienes consiguen vinilos viejos y los sorteamos entre todos. Como podéis ver, el sorteo no ha ido nada mal este año. Aunque en vez de Imanol, hubiese preferido uno de Peter Murphy que había por ahí, así es la suerte. Y podría haber sido peor; bien puede tocarte un vinilo de Enya, Dire Straits o Teresa Rabal.

En breve comenzar a comentar las nuevas adquisiciones. Mientras tanto... ¡feliz 2010 a todos!

PD (actualización del 7/01/2009): sólo añadir tres álbumes más a la lista. Uno de ellos se me olvidó (Emotional Rescue de sus Satánicas Majestades) y dos son regalos que me dieron ayer mismo: Gipsy Rock de Las Grecas y Salda badago de Hertzainak.
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