24 de mayo. Hoy Bob Dylan cumple 70 años. Una efeméride que buena parte de la prensa musical no ha dejado de lado. Ahí están las (merecidas) portadas de Uncut o Ruta 66, por ejemplo. La compra de la Ruta es, casi, obligada, ya lo sabréis los que pasáis por aquí. Aunque ahora estoy intentando economizar y a veces la leo en la biblioteca, este mes no he podido resistirme. ¿Bob Dylan en portada? Pues revista que cae. Y ayer, precisamente, cayó la Uncut de mayo. Determinante también fue la inclusión de un CD titulado Happy Birthday Bob, un recopilatorio de varios artistas con una doble línea de unión: canciones de cumpleaños intercaladas con versiones de Dylan. Ahora mismo, está sonando en el equipo. Y de eso vamos a hablar hoy.
Antes de seguir, me gustaría aclarar que no soy un dylanita (¿dylaniano?) empedernido. Aún me faltan épocas de Dylan por cubrir; y es que prefiero degustar sus discos y no darme un atracón. Tengo bastante confusas la década de los ochenta y de los noventa, de los setenta controlo la mayor parte de discos (aunque hay algunos que he escuchado sólo un par de veces; la primera mitad me es más extraña que la segunda). En cuanto a muchos de sus bootlegs más conocidos (Highway 61 Revisited Again, Blood on the Tapes, A Tree with Roots...), tampoco he escuchado muchos de ellos, más que por falta de ganas porque muchos circulan sólo en vinilo y sus precios andan por las nubes. Desde que me enganché, eso sí, disco que saca, disco que cae. Sin contemplaciones (bueno, la pasta no me ha dado para comprar The Original Mono Recordings, pero en cuanto el tema mejore, creedme, caerán).