sábado, 24 de octubre de 2009

Bloodola de Vice Presidentes (y mis tribulaciones con el grindcore)


No soy aficionado al grindcore. Mi primera adquisición de un disco de grindcore fue en el Rastro, en uno de los puestos de Tirso de Molina. Resulta que compré el Last Will and Testament de Poison Idea y el vendedor me dijo, «Si te gustan los Idea, estos te van a molar». Era un split de Looking for an Answer y Zanussi. Como eran 3 pavos le hice caso y me lo llevé. Cuando, ya en casa, lo pinché, me quedé estupefacto y... con ganas de cagarme en la madre que parió al punki de Tirso.


«El significado del odio» de Looking for an Answer. ¿Alguien entiende algo?

Escuchar el split fue como meterse un tiro de MDMA por la nariz. Al principio es ciertamente desagradable. Luego, cuando pasan los primeros picores y llega el subidón, mola. Pero cuando se acaba... «nunca más», piensas. Voces guturales e incomprensibles sobre una auténtica muralla de sonido tocadas a velocidad extrema: 7 canciones metidas en la cara de un single. Tenía las letras en la mano y ¡ni aún así era incapaz de seguirles o entender qué cantaban! Tras la primera impresión lo intenté a menudo a lo largo del tiempo hasta que conseguí asimilarlo. Como si fuese el cuervo de Poe me repetía lo de «nunca más» cada vez que la aguja llegaba al final, se elevaba y depositaba sola en su soporte del plato.

Bueno, pues a pesar de mis reticencias hacia el género, me entregué gustoso a la escucha del primer disco de Vice Presidentes, Basque Street Boys (que reseñé en Mordor Sonoro). El disco me encantó. Me pareció distinto a cuanto había escuchado, dada mi virginidad en los sonidos extremos. Eso no era grindcore, no puro, al menos. Los arrebatos furiosos de poco menos de un minuto estaban estirados en estructuras doom y stoner, con riffs pesados, ora lentos, ora espídicos. Moho y Anestesia dándose réplica tema tras tema. Un disco que me resultó sobrecogedor y que tambaleó mis reticencias hacia los estilos de metal extremo. Me abrí y empezé a escuchar a grupos como Adrift, Toundra y Moksha, y le empecé a prestar más atención a Orthodox, Entombed o Brujería, aunque reconozco que el grindcore puro me sigue costando.


«I'm the monster (you're the lunch)», de Basque Street Boys, donde los Vices juegan continuamente con cambios de ritmo (que convierten en marca de la casa) y alternan diferentes estilos: grindcore, mathcore, hard rock...

Hacia verano apareció Bloodola, un EP de seis temas con licencia Creative Commons que me descargué raudo desde su mySpace. Me gustó mucho, aunque menos que Basque Street Boys. A pesar de contar con menos espacio y de que, en principio, no puedes complicar mucho una canción en un single de tres temas por cara, Vice Presidentes siguen jugando con las estructuras y los cambios de ritmo. En Bloodola vuelven un poco al sonido maquetero y las canciones, enérgicas, van directas al meollo, como un puñetazo en la mandíbula o una patada en los huevos.


«Ezpain josiak», de Bloodola. A pesar de ser canciones más cortas, Vice Presidentes siguen siendo capaces de jugar con el tempo y la diversidad estilística.

Poco después, el 17 de octubre, Vice Presidentes vinieron a tocar al Hebe de Vallekas donde Kanda, cantante y guitarrista, me regaló el vinilo. El EP es precioso. Con una portada blanca que se aleja del riguroso negro que mandan los cánones del género, su interior descubre un vinilo grueso de color rojo sangre. Se nota que está hecho con mimo. Y es de esos que pincho gustoso cuando quiero hacer el cafre en el salón de casa.


****Vice Presidentes, Bloodola
**** Discográfica: Matasellos
**** Formato: EP de 7" en vinilo rojo
**** Año: 2009

Este es mi single número 303

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡GRACIAS POR COMENTAR!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...