viernes, 19 de noviembre de 2010

Tinariwen. Cuando el desierto habla

«Tenía 4 años y estábamos viendo una película proyectada sobre el muro de una casa en mi pueblo natal de Tessalit. Aparecía un cowboy cantando y tocando la guitarra, e inmediatamente supe que tenía que tener una. Al día siguiente me empecé a fabricar una con cables de bicicleta y un bote de conservas».

Bien podría tratarse del niño de la portada de Imidiwan: Companions (2009) que blande, orgulloso, una guitarra hecha con un bidón de plástico. Pero no, el que habla es Abdallah Ag Alhousseyni, guitarrista de los malienses Tinariwen, grupo formado por antiguos nómadas del desierto, que ha irrumpido con la fuerza del Hamattan en el panorama musical occidental.

Tinariwen se pusieron en el ojo de occidente con Aman Iman (2007), pero yo ignoraba su existencia hasta que leí un editorial de Ignacio Juliá en Ruta 66, donde clamaba «Tinariwen son ROCK». Así, en mayúsculas. Me chocó encontrar esas mayúsculas al lado de una foto del grupo, donde se les podía ver con sus turbantes y exóticas vestimentas y armados con guitarras eléctricas. Sí, unos ex guerrilleros tuaregs armados con uno de los más poderosos iconos de la cultura occidental. Una imagen poderosa, perfecta visualización de la (falsa) dicotomía Oriente-Occidente. Poco después, un artículo de Neil Spencer en Uncut, terminó picando mi curiosidad. Allí Abdallah Ag Alhousseyni, Alhassane Ag Touhami e Ibrahim Ab Alhabib (fundadores, compositores y guitarristas) hablaban de su pasado guerrillero, de cómo se conocieron en un campo de entrenamiento en Libia y formaron el primer embrión del grupo, con considerable éxito entre sus correligionarios y compañeros de lucha. Nada que ver con las tribulaciones de todos los blanquitos (y perdonad el racismo) que van de rock and roll stars y creen tener una vida interesante porque han follado y se han drogado todo lo que han querido. Así que, en cuanto lo pude encontrar barato, me hice con Imidiwan, en preciosa edición en CD con un impactante documental en DVD sobre la grabación del mismo.


«Tenhert», donde Jimi Hendrix deja paso rápido a Ali Farka Toure.

Las guitarras arrecian, y es ahí donde se nota la influencia del blues en la música de Tinariwen. Vienen rápido a la cabeza Jimi Hendrix, Jimmy Page, Santana... los jóvenes occidentales que convirtieron el blues-rock en su religión. Pero enseguida la ilusión se evapora como una gota que cae en las arenas del desierto, entonces la herencia no anglosajona se hace más patente y otras referencias llegan rápido: Alí Farka Touré (con y sin Ry Cooder), los hermanos Amador y Pata Negra... artistas no anglosajones, en definitiva, que consiguieron incorporar a su folclore el espíritu del blues de forma orgánica, sin prostituir uno frente a otro, con respeto y conocimiento de ambos.


«Imazeghen n Adagh» («Tuareg de Adagh»), palabras de unidad, dignidad y lucha.

Sí, la rítmica, el bajo, las percusiones, voces y coros tienen un toque decididamente propio, extraño a nuestros oídos; este es el influjo del folclore maliense, creando una tensión mágica con los elementos anglosajones, en la que las armonías trazan líneas que se mueven en una espiral sin fin. Por eso se nota el desierto palpitando bajo cada nota, cuando las guitarras crepitan se puede casi sentir el calor bajo los pies y el gusto del polvo en la boca, con sus partículas rechinando entre los dientes, alimentando el espíritu. En definitiva, abriéndonos la mirada a un mundo que se nos mostrará maravilloso a poco que queramos adentrarnos en él.


«Era tasfata adounia» («Él, quien valora la vida»).

3 comentarios:

  1. Es necesario regalarte un cd-vinilo de Los Chunguitos para que hagas un post de estos Grandes. ¿?

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  2. En cuanto me lo regales lo tienes comentado, nene. Pero que sea uno bueno, ¿ein?

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  3. Todos son buenos, ¡qué te piensas!

    KungFuCantona ama a Los Chunguitos

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