A cuenta de sus últimos discos, mucho se ha hablado del supuesto agotamiento artístico de Beck Hansen. No estoy de acuerdo con esta afirmación; me parece más una cuestión de percepción que de realidad. Percepción que es, por otro lado, muy comprensible teniendo en cuenta lo epatante que fue su obra durante la segunda mitad de los noventa, cuando Odelay, Mutations y Midnite Vultures le convirtieron en la comidilla de la prensa especializada (mención aparte merece su debut Mellow Gold, maestra demostración de una inclasificable y bizarra roots music). Hay en estas grabaciones mucho de quien está bendecido por la genialidad, pero sobre todo Beck se afirmó como un orfebre de canciones perfectas, un maestro de la deconstrucción sonora capaz de salir airoso de cualquier malabarismo, ya tuviese forma de tonada soul, funk, blues, country o folk. Es normal que ahora no sorprenda tanto, pero sigue facturando grandes álbumes que no desmerecen elogios. No está, ni mucho menos, tan agotado como se cacarea.
Si no voy a hablaros de ningún disco de Beck ¿a qué viene todo esto?
A mediados del año pasado, Beck anunció un ambicioso y excitante proyecto. Nacía el Record Club, una selección de músicos capitaneados por Beck que versionarían y grabarían un álbum completo en una única jornada, sin ensayos previos. Por allí han pasado invitados del calibre de Devendra Banhart, Andrew Stockdale, Jeff Tweedy y The Liars, por citar algunos. Los álbumes escogidos, reconocidos clásicos de la música popular, son reinterpretando canción a canción y, a razón de una por semana, aparecen en forma de vídeo y por el mismo orden en el que aparecen en el álbum original. La primera elección fue The Velvet Underground & Nico, el ÁLBUM por antonomasia, al que han seguido joyas del calibre de Songs of Leonard Cohen, Oar (de Skip Spence) y, ahora, Kick (1987), el álbum que lanzó definitivamente a INXS al estrellato mundial.
«Mystify"» de Beck Hansen. Con The Liars y Sergio Dias (Os Mutantes), entre otros.
No soy fan, ni siquiera conocedor, de INXS. Por eso me descargué el Kick para escucharlo y poder comparar así los originales con las versiones. Recordé, además, que tengo dos 7" de INXS perdidos entre un montón de singles pendientes de catalogar (que un amigo me regaló, el ya no los utiliza). Aprovechando la ocasión los desempolvé, limpié y escuché. Ya, oficialmente, son parte de mi colección. Uno de ellos es una versión de«Mystify» extraida del directo Live Baby Live (1991). Aprovecho que hoy ha aparecido la versión de «Mystify» en el Record Club de Beck para hablar él.
INXS entregaron a lo largo de los ochenta obras que los críticos aplaudieron y que describieron, en general, como una mezcla entre el rock de Rolling Stones y el techno de Depeche Mode. En el Live Baby Live apostaron por el espectáculo a lo grande y grabaron su paso por Londres ante más de 70.000 personas. Con una producción de alto copete, sobrevuela, pues, el fantasma de los Queen más megalómanos y la aséptica profesionalidad de U2. INXS se entregan a su público en un producto técnicamente brillante pero con parte de la magia y personalidad de la banda perdidas en favor de ganar contundencia y garra. No es este un tipo de directo que a mí me impresione mucho, personalmente me quedo con la versión original:
«Mystify», de INXS. Arriba tenéis la versión en directo (la que tengo en single), abajo el original que apareció en Kick.
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