Neil Young: American Stars 'n Bars

Hace bien poquito que hablábamos aquí de Neil Young a propósito de Fork in the Road . Volvemos al genio canadiense: hace un par de semanas encontré en unos grandes almacenes American Stars 'n Bars a 3 euros (curiosamente en los mismos en los que encontré el anterior por 4,99). Este es uno de los tres discos, junto con Times Fades Away (1973) y Journey Through the Past (1972), que me falta de la época setentera de Neil Young. La compra fue, claro, obligada.

American Stars 'n Bars es uno de los discos «menores» de Neil Young, y es más conocido como el-disco-en-el-que-aparece-«Like a hurricane». No en vano, es esta una de las mejores canciones de la discografía del canadiense (que ya es decir), hoy ya todo un clásico del rock de guitarras.

«Like a hurricane», un tema épico, de excelsa duración, marca de la casa.

Mucha gente reduce American Stars 'n Bars a «Like a hurricane», craso error, en mi opinión. De cierta incoherencia estilística (acentuada en la edición en CD: en vinilo las dos caras ejercen de naturales diferenciadores), éste es uno de los muchos discos que Neil Young ha compuesto con retales de grabaciones. Los inconclusos Homegrown (que permaneció inédito después de que, en una audición privada, los presentes convenciesen a Neil Young de publicar en su lugar Tonight's the Night) y Chrome Dreams (en 1992 apareció una colección de inéditos con este nombre; es uno de los bootlegs más exitosos del canadiense), aportan los temas que componen la segunda cara. Más eléctrica que la primera, aparecen canciones notables, desgraciadamente empequeñecidos al lado de la arrolladora «Like a Hurricane», como «Star of Bethlem» o «Homegrown», una declaración de principios que marcó el arrebatador Comes a Time (1978).

En la primera parte/cara, absolutamente maravillosa y de impecable ejecución, emerge la idea argumental con la que Young concibió originalmente el álbum: American Stars n' Bars iba a ser una obra conceptual sobre la historia y la cultura de bares estadounidenses, aunque la cosa derivó hacia canciones de bares, borracheras y mujeres malas. Young nos ofrece cinco notables canciones de vibrante country-rock, con dos de ellas rozando el sobresaliente: «Old country waltz» y «Bite the bullet». Destacan los violines de Carole Mayedo y la steel de Ben Keith, pero sobre todo el estupendo, soberbio trabajo a los coros de Linda Ronstadt y Nicolette Larson.

«Old country waltz», asoman las penas del Neil Young más llorón.

Tenemos, además, que este es uno de los discos de los setenta donde Young se muestra, opino, más inspirado a la hora de cantar. Atrás quedan esos (maravillosos, por otro lado) gallos y desafinaciones de Zuma (1975) o Tonight's the Night (1975).

«Bite the bullet», con excepcionales coros de Linda Ronstadt y Nicolette Larson.

En resumen: Canciones notables, sobresalientes interpretaciones y la inmortal «Like a Hurricane». Si sumamos la calidad de los textos, este es un disco que merece ser revisitado y sacado de la categoría de «obra menor». Releguemos Fork on the Road a dicha categoría y pongamos este American Stars 'n Bars a la altura que le corresponde.